Tribu Newen: por un hip hop libre de sexismo

Jul 7, 2021 | 0 Comentarios

“Nosotras no estábamos esperando a que nos invitaran, sino que nosotras nos invitamos, nosotras mismas nos abrimos las puertas, nosotras mismas hemos luchado por todo lo que tenemos hasta el día de hoy, sin esperar que alguien nos diga venga le enseño, venga yo le hago, ¡no!”.

Por: Andrea Neira Cruz

Tribu Newen. Pioneras del breaking femenino en la escena bogotana

Al borde sur occidental de Bogotá, en una casa de tres pisos ubicada en Patio Bonito, una puerta con un gran grafiti advierte a los transeúntes sobre la escena que allí se mueve. Adentro hay un garaje que, aunque pequeño, se encuentra cuidadosamente adecuado para los ensayos de grupos de la escena local o de niñas y niños que vienen a aprender breaking. También hay un grafiti donde se lee “Circulo Hip Hop”, unos grandes parlantes y un piso de vinilo para el baile. Allí, Andrea Guerrero (Newen), Lorena Bohorquez (Dylor) Viviana Gutiérrez (Llaclla), tres poderosas mujeres, se encuentran a menudo. Aunque dos de ellas deben desplazarse desde el otro extremo de la ciudad –desde la localidad de Suba–, la distancia que las separa no ha sido impedimento para que se hayan sostenido como una familia con ya 12 años de existencia.

Y es que sostener una agrupación femenina en el breaking ha sido un reto. Como sabemos, en muchos escenarios que históricamente ocupados por hombres y que parecieran ser “naturalmente” para ellos, no son pocas las mujeres que, a contra corriente, se han abierto la posibilidad de estar y demostrar que pueden participar y posicionarse tanto como los hombres. Mujeres de diferentes clases sociales y condiciones raciales han disputado sus lugares y reconocimientos, han exigido igualdad de condiciones, acceso a la educación, participación política, entre muchas otras demandas. El breakdance no es la excepción.

Tuvieron que pasar casi dos décadas desde la llegada del breakdance para que surgiera uno de los primeros grupos de Bgirls en la ciudad y en el país: Tribu Newen. La Tribu surgió a finales de 2008, con el impulso de la Fundación Familia Ayara y en el marco del I Congreso Distrital de Mujeres Hiphopper liderado por Diana Avella. Allí participaron Llaclla y Newen, quienes hoy hacen parte de la Tribu. Tribu Newen es el primer grupo de Bgirls que logró posicionarse y articular varios procesos en localidades como Suba y Kennedy. Si bien antes hubo intentos de agrupaciones femeninas en las que también participaron Llaclla y Newen, diversas adversidades las obligaron a disolverse.

El primer grupo al que pertenecieron fue Style Forceun grupo masculino en el cual se abrieron lugar como Bgirls,pero pronto sintieron que no tenían la visibilidad para sus contribuciones, ni podían lograr el protagonismo que merecía su trabajo. Finalizando el 2008 se juntaron con el grupo Style Force, del que hacía parte Viviana, y quienes les abrieron las puertas para vincularse como Style Force Bgirls. “Ahí empezamos a trabajar, hicimos diferentes presentaciones; pero tiempo después, no sentíamos el protagonismo que de verdad debíamos tener y no nos sentíamos tan importantes. Entonces decidimos salirnos de Style Force y hacer nuestro propio grupo. Un día nos reunimos en mi casa en la localidad de Kennedy y empezamos. La tarea era que cada una llevara nombres que les gustarán y ese nombre debería ser indígena”, cuenta Dylor.

Animadas con el reto de lo que esto significaría, se reunieron un día en casa de Lorena para soñar con la nueva agrupación. Luego de contemplar varias alternativas, llegaron a Newen, una palabra Mapuche que significa fuerza y energía. Este es el significado con el que se identifican, lo que les caracteriza en tanto mujeres y lo que encarnan las Bgirls. Así, Tribu Newen busca destacar esa relación con las raíces y la naturaleza. También quisieron llamarse “tribu” pues se ven como hermanas, como parte de una familia en el movimiento hip hop.

En 2010 debutaron en las batallas del Festival Internacional Real Flow. Allí empezaron a ser reconocidas como mujeres que hacen breaking. Llegaron al top ocho, en un momento en que la escena estaba totalmente dominada por hombres, cuando su presencia era experimentada como irreverencia y cuestionamiento a los naturalizados cánones masculinizados del breaking. “Después de que nosotras empezamos a trabajar le dimos el impulso a más mujeres y lo empezaron a hacer también”, cuenta Lorena. En los siguientes años se empezaron a acumular los reconocimientos: mejor agrupación como show en Hip Hop al Parque, participación en Danza en la ciudad, en la Media Torta, en festivales en Cali, Medellín, Barranquilla, Cartagena, Sincelejo y otras ciudades colombianas, así como viajes internacionales a Holanda, Estados Unidos, México, Puerto Rico, Brasil, Panamá y muchos otros.

Fotografia archivo Tribu Newen.

Abriendo caminos a través de la formación

“Inicié en el breaking cuando tenía 15 años. Soy pionera en la danza breakingen Colombia. Digo que he sido un referente para muchas chicas que bailan porque me lo hacen saber, se me acercan y me dicen ‘gracias Llaclla porque cuando te vi bailar fuiste fuente de inspiración’, eso me llena de mucha alegría y orgullo, ¡saco pecho cuando digo esto! Hoy ya son 22 años en la escena, empoderando a las chicas. De hecho, mi AKA es Llaclla, que significa ‘Abriendo Caminos’ y creo que eso es lo que he hecho, he abierto un camino para que muchas chicas vean y se enamoren como lo hice yo y continúen en el proceso, para que les quede más fácil el camino del breaking”, dice Llaclla.

Desde esos primeros momentos, ya son más de veinte años de Llaclla y Newen en la escena. Luego de estos retos, tránsitos y logros, no sorprende que Newen considere que: “para mí el breaking es mi vida y mi carrera profesional, es por lo que vivo, respiro”. Y Dylor puntualiza con contundencia: “Para mí el hip hop es todo, yo hago hip hop 24 horas al día”. Llaclla, por su parte, cuenta con entusiasmo cómo el breaking llegó a su vida “como una salvación”. Dylor conoció el hip hop andando las calles de Kennedy con su hermano, cuando tenía apenas 15 años. Desde ese momento supo que esa sería su vida. Pensando en qué elemento podría desarrollar más sus habilidades se encontró con Golpe Directo, la escuela donde aprendió breakdance. Luego conoció a Newen y a Llaclla, quienes participaban ya de espacios en Ayara y se convirtieron en referente no solo para Dylor, sino para muchas otras, como Erika Cañon, Bgirl Fighter la última integrante de la tribu quién se unió a ellas en 2019.

Ellas coinciden en que ser mujer es difícil en el hip hop. Dylor, por ejemplo, recuerda la emoción cuando vio a Llaclla bailando en una Feria del Libro en Corferias. Hasta entonces solo había visto hombres en la escena. “Imagínese hace 20 años cuando empecé” –cuenta Newen– “nosotras nunca tuvimos una escuela. Nos decían ‘es que ustedes siempre hacen arcos’, pero nunca nadie se atrevió a enseñarnos”. La convicción y la disciplina orientaron un proceso en gran parte autodidacta, para interrumpir una escena que se negaba a abrirse a sus presencias. Por eso se propusieron: “tenemos que pararnos duro y competir contra los hombres”. La historia no fue una sin desgarres ni reveses. Según cuentan, son historias que pasan también por el desengaño: “Te enseñaron, te enamoraste de quien te enseñó, y luego te dejaron y te volvieron una mierda”. También en este caso el conocimiento es poder.

Las Bgirls han vivido discriminaciones por sus cuerpos, supuestamente por ser poco idóneas para el baile, o por ser gordas o voluptuosas. Eso les ha traído tristezas, depresiones y baja autoestima. En el hip hop también existe el sexismo y las violencias de género. Las Bgirls recuerdan insultos como “perras” o “zorras” y otras burlas, ofensas de las que fueron víctimas porque no accedían a los “coqueteos” de sus compañeros: “y como uno no les daba mente entonces decían esas cosas”. En la escena hip hop se ha invisibilizado su trabajo y trayectoria, por ejemplo, negando la existencia de Bgirls en la ciudad, negándoles espacios para el trabajo o exigiéndoles cuotas por las ganancias.

Por todas estas razones, Tribu Newen le apostó a formar a las mujeres. En 2015 ya realizaban procesos de formación con La Familia Ayara, clases de breakingpara mujeres. Luego lo hicieron en las Casas de Igualdad de Oportunidades de Engativá y Kennedy y más tarde, con la Secretaria de Integración Social y la Secretaria Distrital de las Mujeres. En varios colegios de la localidad de Kennedy han hecho una apuesta de danza por una vida libre de sexismos y el derecho a una salud plena. A partir de este proceso, ganaron una beca de creación y desarrollaron una obra titulada Heroicas con H de hip Hop, que utiliza todos los lenguajes artísticos del hip hop y el teatro. Es una obra que promueve los derechos a una cultura libre de sexismos y una vida libre de violencias.

Tribu Newen no solo trabaja con mujeres y con niñas, también lo hace con niños, personas mayores, con discapacidad, privadas de la libertad y personas afectadas por diferentes tipos de violencias. La diversidad de estos encuentros dio pie a uno de sus últimos proyectos en Patio Bonito, el Círculo Hip Hop, un espacio promovido por Dylor y su compañero José Luis Millán (Full Flavor) para generar conocimiento sobre y desde el hip hop. Lorena cuenta que el Círculo nació también de la necesidad de “tener nuestro espacio y que nadie nos saque de ningún lado”, pues, aunque el hip hop ha demostrado su capacidad de proponer procesos sociales y artísticos, quienes lo practican siguen siendo estigmatizados e incluso criminalizados.

“El circulo hip hop nace como una necesidad de poder tener un lugar donde pudiéramos practicar nuestro arte de manera libre, sin ningún impedimento o restricción institucional. Cuando practicamos en escenarios como salones comunales o institutos, siempre nos ponían limitaciones técnicas, de hora, entonces decidimos hacer un espacio que nos permitiera hacer 24 horas hip hop sin necesidad de estar pidiendo permisos”, agrega Dylor.

Pese a la estigmatización y los obstáculos, el movimiento de hip hop de Kennedy, en este caso, y la apuesta concreta de Círculo Hip Hop, fueron consolidando un trabajo capaz de articular colectivos que se apoyan entre sí. El espacio, al que van Bboys y Bgirls a entrenar y bailar, está abierto en las tardes y noches de lunes a sábado. En el círculo hay una escuela en la que participan unos 30 niños y niñas que pagan una mensualidad muy pequeña. El espacio se mantiene con estas mensualidades y con aportes que hacen quienes lo usan para ensayar. Una de las apuestas más importantes del Círculo es la construcción de conocimiento sobre y desde el hip hop, y lo han venido logrando construyendo material audiovisual que deja registrada la historia del breaking en Kennedy, como puede verse en el documental Conceptos Que Se Tejen-Homenaje al Breakin Kennedy Bogotá.

Documental Conceptos Que Se Tejen-Homenaje al Breakin Kennedy Bogotá

El trabajo y la dedicación de Tribu Newen se ha centrado en los derechos de las mujeres y han hecho un gran esfuerzo por posicionar a las mujeres en el hip hop, especialmente en el break. Como gestoras culturales han trabajado en su propio festival, Aniversario Tribu Newen, uno de los mejores festivales de Colombia de danza urbana breaking. Cada año desde 2016 han traído varios artistas reconocidos en alianza con IDARTES, el Ministerio de Cultura y la Secretaria de la Mujer. Ya han realizado cinco versiones y el festival ha recibido participantes de Brasil, México, Argentina, Uruguay, Ecuador, Perú. Las categorías de participación son BgirlsBboys, y la categoría mixta Bonnie and Clyde.

Fotografia archivo Tribu Newen.

Se ha dicho mucho que los lenguajes locales y las expresiones callejeras se pueden convertir en herramientas para entender y cuestionar realidades, denunciar las injusticias, hacer memoria y proponer cambios sociales. A través del hip hop, quienes lo han asumido como su estilo de vida no solo aportan a la comprensión de sus realidades, sino que al mismo tiempo contribuyen a las transformaciones locales. Aún en escenarios de precariedad y falta de oportunidades, estas prácticas dan sentido a la vida y posicionan luchas para pensar y combatir el sexismo, el racismo, el clasismo y sus articulaciones. Las mujeres jóvenes hiphoppers, desde diferentes expresiones como el break, en este caso, han demostrado que pueden ganarse el respeto, porque como dice Dylor “esa es la vida, a eso vinimos, a lucharla y sacar adelante lo que somos, lo que queremos ser, lo que hemos hecho y lo que vamos a seguir haciendo”.